martes, 14 de enero de 2014

Este libro no hubiera sido posible sin la colaboración que prestaron, de una u otra manera, Sergio Bagú, Luis Carlos Benvenuto, Fernando Carmona, Adicea Castillo, Alberto Couriel, André Gunder Frank, Rogelio García Lupo, Miguel Labarca, Carlos Lessa, Samuel Lichtensztejn, Juan A. Oddone, Adolfo Perelman, Artur Poerner, Germán Rama, Darcy Ribeiro, Orlando Rojas, Julio Rossiello, Paulo Schilling, Karl-Heinz Stanzick, Vivian Trías y Daniel Vidart.
A ellos, y a los muchos amigos que me alentaron en la tarea de estos últimos años, dedico el resultado, del que son, claro está, inocentes.

Montevideo, fines de 1970.

Eduardo Galeano.

Fuente: "Las venas abiertas de América Latina". Eduardo Galeano. CATáLOGOS. Buenos Aires, diciembre de 2001.

lunes, 13 de enero de 2014

A la memoria de mis padres,
a sus tragedias particulares 
que son un poco colectivas
y a su manera clara de mirar el mundo.

A la memoria de María Meleck Vivanco,
mi segunda madre del corazón.

Carlos Eduardo Gallegos en "Hospital público".

Fuente: Hospital público. Carlos Eduardo Gallegos. ARBOLANIMAL. Buenos Aires, 2012.


EN MEMORIA Y GRATITUD

Gracias al Río;

Al caudal que me trajo
Al planeta y al seno de mi madre;

Gracias, padre;

En eterna memoria y gratitud
A las palabras de música en tu voz,
A tu alma inmensurable y a tu nombre:

Zelmira Tallata, madre.

José Zarzur en LOS OJOS DEL ISLAM. 2004.

Fuente: LOS OJOS DEL ISLAM. (Entre las rejas y el cielo.) Ediciones Culturales de Mendoza. Mendoza, 2004.

INSCRIPCIÓN *


Por los mares azules de los atlas y por los grandes mares del mundo. Por el Támesis, por el Ródano y por el Arno. Por las raíces de un lenguaje de hierro. Por una pira sobre un promontorio del Báltico, helmum behongen. Por los noruegos que atraviesan el claro río, en alto los escudos. Por una nave de Noruega, que mis ojos no vieron. Por una vieja piedra del Althing. Por una curiosa isla de cisnes. Por un gato de Manhattan. Por Kim y por su lama escalando las rodillas de la montaña. Por el pecado de soberbia del samurai. Por el paraíso en un muro. Por el acorde que no hemos oído, por los versos que no nos encontraron (su número es el número la la arena), por el inexplorado universo. Por la memoria de Leonor Acevedo. Por Venecia de cristal y crepúsculo.
Por la que usted será; por la que acaso no entenderé.
Por todas estas cosas dispares, que son tal vez, como presentía Spinoza, meras figuraciones y facetas de una sola cosa infinita, le dedico a usted este libro, María Kodama.

J.L.B.

Buenos Aires, 23 de Agosto de 1977.

Jorge Luis Borges en "Historia de la noche".

Fuente: Obras completas. Emecé Editores. Buenos Aires 1989.

sábado, 11 de enero de 2014

A LEÓN WERTH

Pido perdón a los niños por haber dedicado este libro a una persona grande. Tengo una seria excusa: esta persona grande es el mejor amigo que tengo en el mundo. Tengo otra excusa: esta persona grande puede comprender todo; hasta los libros para niños. Tengo una tercera excusa: esta persona grande vive en Francia, donde tiene hambre y frío. Tiene verdadera necesidad de consuelo. Si todas estas excusas no fueran suficientes, quiero dedicar este libro al niño que esta persona grande fue en otro tiempo. Todas las personas grandes han sido niños antes. (Pero pocas lo recuerdan. ) Corrijo, pues, mi dedicatoria:

A LEÓN WERTH
cuando era niño.

Antoine de Saint-Exupéry. El principito. 1943.

Fuente: El principito.  Antoine de Saint-Exupéry. Edición del cincuenta aniversario. Traducido por Bonifacio del Carril.
Emecé Editores. Buenos Aires/ México/ Barcelona.


miércoles, 8 de enero de 2014

INSCRIPCIÓN.

Escribir un poema es ensayar una magia menor. El instrumento de esa magia, el lengueje, es asaz misterioso. Nada sabemos de su origen. Sólo sabemos que se ramifica en idiomas y que cada uno de ellos consta de un indefinido y cambiante vocabulario y de una cifra indefinida de posibilidades sintácticas. Con esos inasibles elementos he formado este libro. (En el poema, la cadencia y el ambiente de una palabra pueden pesar más que el sentido.)
De usted es este libro, María Kodama. ¿Será preciso que le diga que esta inscripción comprende los crepúsculos, los ciervos de nava, la noche que está sola y las populosas mañanas, las islas compartidas, los mares, los desiertos y los jardines, lo que pierde el olvido, y lo que la memoria transforma, la alta voz del muecín, la muerte de Hawkwood, los libros y las láminas?
Sólo podemos dar lo que ya hemos dado. Sólo podemos dar lo que ya es del otro. En este libro están las cosas que siempre fueron suyas. ¡Qué misterio es una dedicatoria, una entrega de símbolos!

Jorge Luis Borges. Los conjurados. 1985
Fuente: Obras completas. Emecé Editores. Buenos Aires 1989.